lunes, 15 de octubre de 2012

Como vender tu alma al diablo.


Existen múltiples rituales de pacto con el Diablo, sin embargo son pocos los rituales individuales (no grupales) específicamente concebidos para entregar eternamente nuestra alma al Demonio (Lucifer/Satanás) a cambio de ciertos beneficios. En cuanto a su efectividad, es realmente discutible el hecho de si es o no es factible para la mayoría de personas el conseguir sus fines tras haber efectuado adecuadamente el ritual. Discutible también es el hecho de si es o no posible vender o entregar el alma al Diablo (suponiendo su existencia), lo cual dependerá casi por completo del sentido exacto que se le dé a “vender” o “entregar”. Así y por ejemplo, en cuanto a la efectividad vemos que, en términos generales, ésta solo será altamente posible para quien domine aspectos como la visualización, la concentración, la capacidad de convencerse de que el ritual funcionará (la llamada “fe”), etcétera. Otro aspecto a considerar es lo psicológicamente nocivo que puede, en virtud de la autosugestión y otros mecanismos psíquicos, resultar un ritual satánico adecuadamente efectuado. Aclarado lo anterior, ponemos a disposición del lector los dos rituales que, por sus diversas características, podrían considerarse como los más representativos, sobre todo el segundo:

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FORMA I:

Esta forma de pacto fue extraída de una comunidad virtual de satanistas (unidosporsatan.ucoz.org). No se trata de una comunidad cualquiera sino de un grupo bastante serio en el que no es escasa la gente con conocimientos ocultistas. Consecuentemente, el proceso que se expondrá cumple con la formalidad y las características propias de todo ritual efectivo. Y es que, si algo hay que tener en cuenta en el mundo de la magia y de los rituales, es el hecho de que el poder de un proceso es en el fondo una cuestión de elementos, funciones y relaciones, antes que de fórmulas preestablecidas que, si acaso funcionan, es debido a que el sistema de sus elementos se adecúa a los fines buscados. Así, poco importa que el ritual no tenga siglos o décadas.

Procedimiento de la Forma I:

Lo primero que necesita hacer es bañarse. El agua debe estar lo más fría posible y de ningún modo caliente, ya que supuestamente el agua fría ayuda a limpiarse astralmente. La utilidad de este paso está en que el baño se considera un símbolo de respeto a la entidad que se invocará; particularmente, si usted va a vender su alma al Diablo esto constituye un gesto muy pertinente, ya que es una forma simbólica de expresar nuestro deseo por limpiarnos, por sacarnos de encima todo lo anterior, todo lo previo a la llegada (a través del pacto) del Diablo a nuestras vidas…

Lo segundo que usted necesita es proveerse de: 1) una o más velas negras o rojas, 2) una aguja o un estilete para extraer sangre de su dedo, 2) una hoja en blanco para escribir la fórmula preestablecida o una fórmula inventada que sea pertinente, 3) un tipo de pluma o lo que sea que te permita escribir bien con tu sangre.

Una vez que se ha provisto de lo anterior, puede elegir entre inventar su fórmula o tomar la fórmula preestablecida. Se recomienda sin embargo que no corra riesgos y escriba (en el papel en blanco) la fórmula preestablecida, la cual es como sigue:

‹‹Ante el todopoderoso e inefable dios Satán/Lucifer y ante la presencia de todos los demonios del infierno que son los verdaderos dioses, yo, (escriba aquí su nombre completo), renuncio a cualquier tipo de lealtad pasada. Yo renuncio al Dios judeocristiano Jehová,  también yo renuncio a su maligno y sin valor hijo Jesucristo, y yo renuncio del loco, odioso y podrido Espíritu Santo.

Yo proclamo a Satán/Lucifer como mi único y verdadero Dios. Yo prometo reconocerlo y honrarlo en todo lo que haga, sin ningún tipo de reservación, deseando a cambio su gran asistencia para lograr mis objetivos de forma correcta.››



Después de haber escrito la fórmula, encienda las velas negras o rojas, tome el instrumento elegido para sacarse sangre, sáquese sangre del dedo índice (no se le ocurra reemplazarlo por otro dedo, tiene que ser ese) de la mano izquierda y ponga sus nombres y apellidos a modo de firma (con esa sangre, haciéndola bien) en la hoja donde escribió la fórmula, justo del mismo lado de la hoja en que está la fórmula.

Tras lo anterior, concéntrese profundamente y recite la fórmula mentalmente (para lo cual deberá saberla de memoria). Después, tome el papel, dóblelo, quémelo en la llama de cualquier vela negra y, si desea, póngase a meditar (con los ojos cerrados y en alguna posición de meditación) y finalmente, cuando sienta que el proceso está cumplido, diga lo siguiente en voz alta (sobre todo la parte de “viva Satán”) y con absoluto convencimiento: “LO QUE QUERÍA, AHORA ES. ¡VIVA SATÁN!”

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FORMA II:

Esta forma es la más difundida y se conoce como “ceremonia personal de iniciación” o “pacto de iniciación individual para vender el alma al Diablo”. Su origen parte de los antiguos grimorios, no en el sentido de que se lo puede encontrar completo en alguno de ellos sino en el sentido de que los elementos que lo componen parten de elementos presentes en dichos antiguos grimorios.

Procedimiento de la Forma II:

Para empezar, se le recomienda vestirse con una túnica (con capucha incluida) negra, aunque si lo prefiere puede estar desnudo, habiendo ayunado al menos un día, habiéndose perfumado con aceites del Líbano, o habiendo hecho ambas cosas. Sin embargo lo mejor es estar con la túnica negra habiendo ayunado y habiéndose perfumado. Y eso sí: no debe haber bebido una sola gota de alcohol, por lo menos en los tres días previos al ritual.

En cuanto al lugar, usted puede elegir hacerlo al aire libre o en una habitación especialmente preparada, siendo muy recomendable lo segundo, en cuyo caso tendrá que procurar tener lo siguiente: 1) una o más velas negras, 2) una imagen de Baphomet y un Pentagrama invertido, 3) una mesa de dimensiones regulares, 4) un mantel con signos satánicos o un mantel completamente negro, 5) una alfombra negra, 6) si puede, un cráneo humano, 7) una buena daga, 8) una campanilla 9) un cáliz de plata.

Una vez que esté preparado y haya colocado todos los artículos en el lugar correspondiente, acérquese al altar y prenda las velas negras; después, haga sonar la campanilla exactamente nueve veces. Finalmente recite (puede leerlo, no necesita memorizarlo) lo siguiente (puesto en cursiva), teniendo en cuenta las instrucciones correspondientes (puestas en letra normal):

IN NOMINE DEI NOSTRI SATANAS LUCIFERI EXCELSI

En nombre de Satanás, que rige el mundo y es el Rey de la Tierra, yo ordeno a las Fuerzas de las Tinieblas que me otorguen todos sus Infernales Poderes…..

IN NOMINE DEI NOSTRI SATANAS LUCIFERI EXCELSI

En el nombre de Satán, Señor de la Tierra, Rey del Mundo, ordeno a las Fuerzas de la Oscuridad que viertan su poder infernal en mí. Abrid las Puertas del Infierno de par en par y salid del Abismo para recibirme como su hermano y amigo.

Concededme las Indulgencias de las que hablo.

He tomado tu nombre para que haga parte mía. Vivo como las bestias del campo, regocijándome en la “vida carnal”. Favorezco al justo y maldigo lo podrido.

Por todos los Dioses del Averno, ordeno que lo que yo digo ha de suceder….

Salid y responded a vuestros nombres manifestando mis deseos:

(Da la vuelta hacia el sur) Satán, (voltea hacia el este) Lucifer, (mira al norte) Belial, (gira al oeste) Leviatán.

Los demonios anteriores son los Príncipes de la Corona del Infierno, corresponden respectivamente a los elementos del fuego, el aire, la tierra y el agua. Puede saludarlos personalmente o expresar (esto se deja a la creatividad) su afiliación con los elementos respectivos. Si usa una daga o una espada, debe señalar hacia los Cuatro Puntos Cardinales, usando la daga o espada como si fuese una extensión de sí mismo, señalando punto por punto según el príncipe infernal cuyo nombre esté pronunciando

Después de lo anterior usted debe entrar en su interior, permaneciendo parado si quiere o bien sentándose o adoptando alguna postura especial como la flor de loto con las manos adoptando el mudra del conocimiento. No necesita apresurarse, otorgue todo el tiempo que crea necesario a esta parte del proceso. Ahora bien, el punto es que usted haga introspección con un fin concreto: expresarle a Satán sus pensamientos y sentimientos, inclusive si esos sentimientos son de miedo o desesperanza. Una vez hecho lo anterior, recite lo siguiente:

Poderoso Satán, antiguo Señor del Mundo, esta noche estoy ante Ti para declarar y confirmar mi alianza para contigo. De verdad he tomado Tu Nombre como parte de mí mismo. Siempre ha sido así, pero he vivido mucho tiempo ignorante de mi naturaleza. Estoy agradecido de saber quién y qué es lo que soy. Estoy orgulloso de ser uno de los tuyos y de denominarme “satanista”.

Poderoso Satán, estoy ante Ti con todo lo que tengo. Te ofrezco mis dones y aptitudes, mis talentos y capacidades, mis habilidades, mi vida (aquí deberá ofrecerle todo lo que le haga destacar). Y aún así no tengo nada que ofrecer que no haya sido tuyo desde el Principio, ahora soy consciente de toda esta circunstancia.

Oh, Poderoso Señor de las Tinieblas, dame inteligencia y razón satánicas, guíame, oh Satán, al Sendero Siniestro. Quédate conmigo en todo lo que haga. Abre las Puertas de la Magia Infernal y enséñame la Sabiduría Antigua.

¡Shemhamforash!

Mi alma a ti entrego, oh gran maestro de las tinieblas, por hoy y por siempre.

A cambio te pido (aquí nombra todo lo que desea obtener a cambio de haber entregado su alma)

Salve Satán, salve Lucifer, salve Belial, salve Leviatán, salve todos los espíritus con nombre o sin nombre de las Profundidades del Abismo que ahora están conmigo…

Así será….

IN NOMINE DEI NOSTRI SATANAS LUCIFERI EXCELSI.

Haga sonar nueve veces la campanilla para despedir a las fuerzas demoníacas

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