viernes, 7 de septiembre de 2012

Los devoradores de pecados.


Los devoradores de pecados eran personas, generalmente pobres, que eran pagadas para comer pan y beber vino o cerveza junto a un cadáver en la creencia de que así absorberían para sí los pecados del difunto. Los creyentes estimaban que si el devorador de pecados realizaba este ritual respecto de una persona que había muerto sin la oportunidad de confesarse, recaerían en él sus pecados, permitiendo al difunto ir al cielo. Era desaprobado por la Iglesia, aunque como dice el reverendo Morris, lo habitual era que los eclesiásticos mirasen para otro lado. Esta costumbre fue especialmente popular en Inglaterra y Gales, y se perdió a partir del siglo XIX.

Aunque los devoradores de pecados solían ser gente pobre, el último de ellos conocido en Inglaterra, el Señor Richard Munslow, era un próspero granjero de la zona de Shropshire. Los vecinos de su pueblo decidieron recientemente hacer una colecta para restaurar su tumba, la cual se encontraba en muy mal estado. Lograron 1000 libras con las que restauraron su lugar de descanso. Los lugareños quieren que se recuerde a Munslow como parte de la historia religiosa de su región, para lo cual también le rendirán un servicio especial a cargo del reverendo Morris.

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